Operacionalmente el déficit de atención es la ausencia, carencia o insuficiencia de las actividades de orientación, selección y mantenimiento de la atención,
así como la deficiencia del control y de su participación con otros procesos psicológicos, con sus
consecuencias específicas.
Desde el
punto de vista neurológico, se asume que el Déficit de atención es un trastorno de la función cerebral en niños, adolescentes y adultos, caracterizados por la presencia persistente de síntomas
comportamentales y cognoscitivos como la deficiencia atencional, la hiperactividad y la impulsividad (Pineda, Henao, Puerta, Mejía, Gómez, Miranda,
Rossellí, Ardila, Retrespo, Murillo, y el grupo de Investigación de la
Fundación Universidad de Manizales,1999).
La Sociedad
Española de Neurología (1989) señala que el Déficit de Atención se caracteriza por los mismos síntomas del Síndrome Hipercinético, con exclusión de síntomas derivados de la hiperactividad;
es decir son síntomas derivados de la falta de atención, no debidos a retraso mental grave, trastornos afectivos ni esquizofrenia.
Ardila y
Rosselli (1992) mencionan al déficit de atención como defectos atencionales, y proponen que estos son
provocados por lesiones cerebrales, es esencial encontrar: insuficiencias en el
nivel de alerta, fluctuaciones de la atención, defectos de la concentración e impersistencia motriz, tales defectos son
especialmente evidentes en caso de patologías de los lóbulos frontales y es usual encontrarlos en pacientes que
hayan sufrido trastornos craneoencefálicos.
Cabe resaltar
que en los manuales de diagnostico de trastornos mentales y del comportamiento: CIE-10 y
DSM-IV, el Déficit de atención no es definido operacionalmente. En el CIE-10 el déficit de atención es considerado como síntoma de un trastorno hipercinético; mientras que el DSM IV considera al déficit de atención como un síntoma del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
La
Organización Mundial de la salud (1992) señala que los déficits de atención se ponen de manifiesto cuando los chicos cambian frecuentemente
de una actividad a otra dando la impresión que pierden la atención en una tarea porque pasan a entretenerse en otra.
La Asociación de Psiquiatría Americana (1995) a través del manual diagnostico de trastornos mentales y del comportamiento (DSM-IV) indica que las personas con déficit de atención o desatención se caracterizan por:
- No prestar suficiente atención a los
detalles, por lo que se incurre en errores en tareas escolares o laborales.
- Extraviar objetos de importancia para tareas
o actividades.
- Ser susceptibles a la distracción por
estímulos irrelevantes.
Como ha sido
señalado anteriormente, diversos autores consideran que el déficit de atención presenta características
comportamentales y/o cognoscitivas, aunque difieren en algunos aspectos.
Dado que la
atención tiene una serie de manifestaciones tanto fisiológicas, motoras,
cognitivas, y que el déficit atencional desfavorece el buen rendimiento del individuo
en contextos como la familia, escuela y la comunidad, es que se han desarrollado instrumentos que contribuyen a
su detección y medición en el área psicológica, neurológica y pedagógica.
2.3.1.-MEDICIÓN
PSICOLÓGICA.
La labor del
Psicólogo consiste en determinar las áreas que se encuentren en déficit en el individuo a fin de contribuir con su
desarrollo. De esta manera, en casos de personas que presenten déficit
en la atención, el profesional deberá realizar un examen psicológico completo e indagar sobre los factores ambientales y personales intervinientes con
la finalidad de considerar el apoyo de otros profesionales.
A la
actualidad no contamos con un instrumento exclusivo para medir aisladamente la capacidad de atención, motivo por el cual es indispensable el uso de sub-escalas de pruebas que midan otras
funciones y que nos otorguen elementos necesarios y suficientes para determinar la actuación de algún componente atencional en dichos instrumentos.
Respecto a la
evaluación con pruebas neuropsicológicas, Ardila et al.(1997) afirma que los
problemas de atención pueden interferir en el adecuado desempeño del sujeto en estas pruebas, por lo que se debe evitar las sesiones prolongadas superior a 45 minutos, siendo necesario incluir recesos, pues la fatiga incrementa los defectos atencionales en personas que ya la tienen. Así
mismo se considera que el grado de atención de un individuo es estudiado desde el momento que comienza la entrevista, durante su desarrollo y a través de un interrogatorio directamente dirigido a este objetivo (Celada y Cairo, 1990).
La
observación conductual de la atención se hace necesaria, y consiste en analizar sus manifestaciones conductuales, aunque la observación de conductas de falta de atención puede ser
insuficiente, esta se apoya en técnicas complementarias como la entrevista y la aplicación de escalas y cuestionarios para ser contestados por
el mismo individuo o por otras personas allegadas a el, siendo en este caso
una estrategia de evaluación indirecta (García, 1997). Aunque gran parte de las escalas no cuentan con
parámetros de evaluación objetiva de la atención, pues se dirigen también a la cuantificación de otras conductas como la hiperactividad, impulsividad,
agresividad, etc.
Cabe señalar
que la observación, las entrevistas y las escalas o demás pruebas son
considerados cada uno como un componente más de la valoración general. Los test psicológicos y las escalas son
útiles para valorar y detectar deficiencias en la atención, pero no
pueden considerarse por si solos como válidos para determinar un diagnóstico.
Las escalas
conductuales constituyen instrumentos de evaluación frecuentemente utilizados, están diseñadas para ser
contestadas por el mismo sujeto u otras personas (padres y/o maestros), pudiendo obtenerse datos que
pueden ser objetivos como también poco objetivos sobre las manifestaciones
habituales de la persona en su ambiente natural.
- Escala de valoración para padres.- La Escala de valoración para padres de Conners ha sido la más utilizada y
estudiada, fue creada el año de 1969 por C. Keith Conners, y consta de 48
reactivos en su versión reducida, evalúa cinco factores: problemas de atención-aprendizaje,
problemas de agresividad-conducta, problemas de impulsividad-hiperactividad,
dificultades psicosomáticas y alteraciones por ansiedad (Silva, 1997).
- Escala
de valoración para el maestro.- La escala de valoración para el maestro de Conners, fue elaborada el año de
1969 por C. Keith Conners y consta de 39 reactivos, al igual que la anterior ha sido una de las más utilizadas. Los objetivos principales de esta
escala son identificar los principales indicadores de problemas de conducta como hiperactividad y los problemas de atención, el instrumento es aplicable para evaluar a sujetos desde los 3 hasta los 17 años
y lo resuelve el maestro del niño, puede ser utilizado como un dispositivo inicial de detección del déficit atencional en el colegio (Silva, 1997).
Al respecto,
Silva (1997) estandarizó las escalas de Conners para padres y maestros en una
muestra de 1283 estudiantes de primaria de 88 colegios de Lima Metropolitana.
- Escala de autovaloración del autocontrol.- La Escala de autovaloración del autocontrol consta de 33 reactivos creados el año de 1979 por
Kendall y Willcox, relacionadas con el autocontrol y la impulsividad. Cada reactivo consta de una escala de siete puntos, que van desde ´siempre´ hasta
´nunca´, de esta manera el padre señala el grado en que cada reactivo describe la conducta del niño. Esta escala presenta a su vez items relacionados con la falta de
atención, y puede ser utilizado como medida base ya que es susceptible a los efectos de un tratamiento cognitivo conductual de la atención (Kendall y Willcox 1980; véase en Kirby y Grimley, 1992) y es útil en la
determinación de áreas especificas para el tratamiento a través de los reactivos con más altas puntuaciones (Kirby y Grimley, 1992).
Dada la
complejidad en su aplicación, esta escala ha sido reducida para su mejor
comprensión y aplicación de modo tal que cada reactivo consta de 3 puntos (“siempre”, “a veces” y “nunca”). Esta escala fue
adaptada en Lima por el Psicólogo Ambrosio Tomás el año de 1996, y se aplica a
niños o padres de niños de seis a doce años de edad.
- Escala de Desordenes de Déficit de Atención (EDDA).- Esta escala fue construida por Anicama en 1997 con la
finalidad de evaluar las áreas de hiperactividad, falta de
atención, impulsividad e interacción, está compuesta de 30 items. Esta
escala es aplicable a niños de seis a once años de edad o que se
encuentren cursando la educación primaria (Anicama, Antinori, Araujo, Tomás, Livia y
Ortiz, 1997ª).
- Escala de Wender UTHA.- Ward, Wender y Reimherr (1993; véase en Anicama
et.al., 1999) construyeron esta escala con el objetivo de identificar y describir el comportamiento infantil del adulto y detectar los síntomas del déficit de atención con hiperactividad a través de preguntas que conllevan a un diagnostico retrospectivo, Consta de 61 items que evalúan
problemas de atención, así como también problemas de conducta, aprendizaje, y habilidades sociales, no existiendo
datos normativos para nuestra población.
- Inventario de problemas conductuales y destrezas
sociales.- El Cuestionario de
problemas conductuales y destrezas sociales fue diseñado el año de 1978 por
Achenbach, y estandarizado para Lima por Ortiz (1993). Consta de 113 reactivos,
que evalúan los problemas de conducta, los cuales están referidos a responder “si”, “no”y “a veces”, incluyendo algunos items en
los cuales los padres deben describir las respuestas; además consta de 20 items que evalúan la calidad y cantidad de participación del niño en actividades, el área
social, y el ámbito escolar.
El Inventario de problemas conductuales y destrezas sociales o también llamado Cuestionario de la Conducta Infantil es aplicable a profesores y padres de niños de seis a once años de
edad (Livia y Ortiz, 1993), si bien es cierto este cuestionario no es exclusivamente para detectar déficits en la
atención, incluye entre sus factores de evaluación items destinados a la conducta impulsiva e hiperactiva, relacionados con la falta de atención..
García (1997)
indica que la evaluación cognitiva de la atención se lleva a cabo mediante la aplicación de tests psicométricos, siendo la mayoría de ellas pruebas de inteligencia que incluyen alguna prueba atencional, o tests de percepción que evalúan conjuntamente habilidades perceptivas y
atencionales. Entre aquellas pruebas podemos destacar las siguientes:
- Escala de inteligencia de Weschler (WPPSI, WISC-R, WAIS).- Las sub pruebas
en las escalas de Weschler que resultan más difíciles resolver para las
personas con déficit de atención son las de Símbolos y dígitos, Aritmética y Retención de dígitos, estas
subpruebas en su combinación se conocen como la triada de la atención
(Kirby y Grimley, 1992).
Respecto a la
subprueba de retención de dígitos, esta
es frecuentemente utilizada en la
evaluación de la atención auditiva. La prueba de retención de dígitos en progresión es usada para
evaluar el volumen atencional, mientras que los dígitos en regresión evalúan la capacidad de concentración y secuenciación (Ardila, 1997).
La sub prueba
de dígitos y símbolos evalúa la capacidad de concentración de la atención en esa tarea que requiere de una mayor habilidad visomotora. Por otro lado las personas con déficit de atención generalmente presentan puntajes bajos en las subpruebas de
aritmética.
- Test de Toulouse-Pierón.- El Toulouse-Pierón es una prueba que exige
concentración y resistencia a la monotonía. Fue propuesta en 1904 por E.
Toulouse-H. Pierón, constituida inicialmente por 23 filas con 20 cuadraditos
cada una, los que contenían líneas que señalaban a diferentes direcciones (8
posiciones) y que se hallaban desparramados en la hoja de un modo irregular, la
tarea del sujeto consiste en tachar los cuadraditos que tienen la
línea en la misma dirección que los dos modelos presentados (Tang, 1990).
Al respecto, en Lima se ha logrado baremar esta
prueba, así como determinar su confiabilidad y validez para el distrito de San Juan de Miraflores, obteniendo datos normativos a partir de los
seis hasta los doce años de edad, siendo recomendable utilizar protocolos de
menor cantidad de estímulos y
con un solo modelo a discriminar para niños de seis a siete años de edad
(Tang, 1990). Esta prueba tiene la ventaja de poder ser aplicados a sujetos independientemente del nivel cultural, incluso a analfabetos, dado que no exigen respuestas verbales.
La
administración puede ser individual o colectiva, el tiempo de duración e de 10 minutos, evalúa aptitudes perceptivas y las
modalidades de atención selectiva, dividida y sostenida.
- Test de percepción de diferencias.- La prueba de percepción de diferencias o de caras fue creada por Thurstone y Yela (1979),
consta de 60 elementos gráficos, cada uno de ellos formados por tres dibujos esquemáticos de caras con la boca,
cejas, ojos y pelo representados con trazos elementales, dos de las tres caras
son iguales, la tarea consiste en tachar la cara que es diferente; es una prueba de discriminación, semejanzas y
diferencias en la que juega un papel importante la atención selectiva.
Además de
estas pruebas existen otras que se pueden mencionar y que nos proporcionan una ayuda en la evaluación de niños con déficit de atención y que podrían apoyar una presunción diagnóstica. Tenemos la prueba de apareamiento de figuras semejantes que mide los grados de impulsividad- reflexividad, puesto que la impulsividad dificulta el uso de estrategias atencionales, en la
prueba hay que buscar entre seis o más opciones semejantes
la ilustración o dibujo que más se acerque al modelo. El
examinador registra tanto la latencia de
la respuesta como el número total de errores; Otra prueba es la de figuras geométricas
ocultas para niños, en la que el sujeto deberá localizar formas geométricas entre un conglomerado conjunto de
líneas y formas, esto exige poner en practica la atención fija y sostenida (Kirby y Grimley,
1992); Por otro lado tenemos la Subprueba de laberintos del WPPSI y WISC-R,
que es útil en la evaluación de la atención, lo que implica recordar y tener coordinación visomotora adecuada, mide la habilidad para planeación y organización perceptual (García, 1997).
Cabe señalar
que los manuales de entrenamiento de la atención se basan en estas pruebas, pues contribuyen con el terapeuta en la formación, entrenamiento y desarrollo de estrategias atencionales en niños que presentan
deficiencias en la atención
En la
investigación experimental, la forma de medir una actividad cognitiva se realiza a través del rendimiento obtenido en la ejecución de una tarea cognitiva, la
cual es evaluada en función de unas dimensiones de respuestas tales como: el tiempo de reacción, la precisión de la respuesta, (aciertos y errores), la
duración de la respuesta y la tasa de respuesta (García, 1997). Sin embargo, estas técnicas carecen
de datos normativos que puedan demostrar la desviación de las personas con respecto al desarrollo normal, y nunca se deben tomar como única medida para un diagnóstico (Pichardo 1997). Las tareas y técnicas más comunes
son las siguientes:
- Pruebas de ejecución continua.- Las
pruebas de ejecución continua permiten analizar la atención sostenida en tareas que requieren de un trabajo
continuo que el sujeto ha de realizar de manera monótona sin detenerse, con el riesgo que se de un detrimento o menoscabo de la atención (García, 1997). Al respecto, existen diversas versiones, Ardila, et al
(1997) nos presenta una de ellas, en la que a un niño se le muestran letras
independientes por periodos de 50 milisegundos, en una primera parte el niño debe oprimir una tecla siempre que se le presente la letra X en la computadora, posteriormente el niño deberá de oprimir una tecla siempre que aparezca la letra X precedida de la letra B, esta prueba evalúa la atención visual sostenida.
- Pruebas
de rastreo.- Nos
permiten medir aspectos de la atención como la capacidad de selección y distribución de la misma, pueden ser
utilizadas en dos modalidades. La prueba de rastreo A, en la que el niño
debe unir rápidamente con una línea los círculos que contienen números del 1 al
15, siendo esta una prueba de percepción visual que mide la rapidez motora, las habilidades secuenciales y el reconocimiento de símbolos. La segunda modalidad es La prueba de rastreo B, en la que se requiere que el
niño conecte alternativamente números del 1 al 8 y letras de la A hasta la G,
siendo esta una prueba de percepción visual, en la que intervienen las capacidades de secuenciación, el reconocimiento de símbolos
y el procesamiento simultaneo. (Reitan y Davidson 1974; véase en Ardila et al.,
1997).
- Tareas de escucha dicótica.- Esta técnica consiste en presentar dos tipos de información de naturaleza auditiva, que suelen ser dígitos, letras o palabras,
una por cada canal auditivo y de manera simultanea o intercalada. La tarea del sujeto consiste en recordar todo el mensaje que se le exige atender.
Esta tarea
puede presentar dos variantes, la primera de ellas conocidas como Técnica de sombreado, que es la
presentación de un mensaje relevante por un canal auditivo, y simultáneamente un mensaje irrelevante por el otro canal auditivo, la tarea del sujeto
consiste en repetir o sombrear en voz alta el mensaje relevante según se le va presentando, con esta técnica se analizan los mecanismos selectivos de la atención. La segunda variante se denomina Amplitud de memoria dividida, y consiste en la presentación de dos mensajes auditivos, (generalmente no
más de 12 dígitos) de forma secuencial y sucesiva, la tarea del sujeto es repetir ambos mensajes una vez recibidos y finalizados, esta técnica ha sido utilizada para estudiar los mecanismos de división de la atención y su amplitud.
- La técnica de la doble tarea.- La tarea del sujeto consiste en ejecutar dos o más tareas de manera simultanea. Previo a ello, el sujeto realiza por separado cada una de las tareas para establecer la línea base,
que servirá como patrón de comparación del rendimiento de esas mismas tareas cuando se realicen de manera conjunta. Con esta técnica se observa el grado de deterioro que se produce en algunas tareas, se analizan mecanismos de división y distribución de la atención así como los efectos que la practica tiene sobre esos mecanismos.
- Tareas de vigilancia.- Consiste en la presentación imprevisible de un estímulo (auditivo o visual), generalmente
entre dos a 10 minutos, a lo largo de un periodo de tiempo relativamente largo de una hora a más. La tarea del sujeto consiste en detectar dicha señal, para lo cual es necesario mantener niveles mínimos de activación y alerta. Como toda tarea de atención sostenida es susceptible a la aparición del fenómeno de decremento o menoscabo de la atención (García, 1997) que es la disminución de los niveles de alerta y atención del individuo que se manifiesta en un mayor número de errores y en un incremento en el tiempo de reacción.
- Test de Stroop de independencia palabra-color.- La técnica original consiste en presentar una palabra impresa de un color de tinta cuyo contenido semántico es incompatible con
el color de tinta en el que dicha palabra se encuentra impresa. El sujeto deberá nombrar el color de tinta en el que está impresa la palabra.
Esta técnica tiene tres modalidades: a) Congruencia entre el nombre del color de la tinta y la palabra impresa, b) Incongruencia entre el nombre del color de la tinta y la palabra impresa, mayormente se cometen peores resultados en esta modalidad, c) se
imprimen palabras cuyo contenido semántico no son colores.
Esta técnica
evalúa distraibilidad y la forma como
ciertos automatismos pueden llegarse a convertir en distractores. La atención selectiva actúa en el proceso de percepción al orientarlo en discriminar percepción visual del color y percepción visual del grafema.
Existen
además en la investigación neuropsicológica de la atención determinadas tareas de Percepción como las de Agudeza visual, Descripción de dibujos, Discriminación de figuras incompletas, Discriminación auditiva, Discriminación táctil,
Discriminación grafestética, entre otras, las cuales se utilizan para definir
el tipo de déficit de atención y describir el perfil de las funciones ejecutivas en el sujeto.
La
evaluación neurológica es útil en la
medida que permite al profesional detectar anomalías funcionales y/o
estructurales del cerebro, los cuales devendrán en un tratamiento de dicha especialidad. El déficit de atención en Neurología es considerado como un trastorno de la función cerebral denominado el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, propiamente dicho. Sin embargo para el déficit atencional considerada como un trastorno, los exámenes auxiliares de neurología tienen un valor limitado, dado que el defecto
principal de este síndrome es bioquímico, imposible de ser observado en exámenes de neuroimagen, a pesar
que exista una anormalidad estructural grosera, esta no será necesariamente su
causa, lo que no suponen inevitablemente que el niño haya sufrido alguna alteración cerebral (Campos, 1997; Moreno, 1995).
Las
manifestaciones de la atención han sido estudiadas en situaciones en la que aparecen estímulos
interesantes y novedosos a los cuales el sujeto ha de prestar atención, o en situaciones en la que se exige un gran nivel de concentración y esfuerzo mental. En la investigación neurológica
las distintas manifestaciones de la atención se miden gracias a las siguientes técnicas e instrumentos:
corticales,
dicho potencial se manifiesta a través del electroencefalógrafo en el que la actividad eléctrica aparece como una línea sinusoide en la que
se aprecia un conjunto variado de frecuencias. La electroencefalografía
proporciona en ocasiones datos irrefutables de trastorno estructural del
cerebro.
diagnóstica
en casos de crisis convulsivas, no sirve
para ver la etiología, ni para
pues
pertenece al 2% de la población que tiene anormalidades eléctricas
inespecíficas.
Registro de potenciales evocados.- Esta técnica consiste en la presentación de un
estímulo visual o auditivo, el cual produce una respuesta eléctrica en
la correspondiente región de la corteza cerebral. El estímulo se presenta varias veces y una serie
de electrodos registran la actividad que sigue el estímulo, el potencial evocado se
manifiesta en el aparato de registro como una onda sinusoide.
Registro
de la actividad electrodérmica.- Es el registro de la actividad eléctrica de la piel, se lleva a cabo ubicando dos
electrodos en áreas activas de la piel que permiten el registro a través de un polígrafo.
Electromiografía.- Consiste en el registro de la actividad eléctrica de los músculos, se lleva a cabo ubicando
unos electrodos sobre un músculo superficial o intramuscular, se registra el número de despolarizaciones que tiene lugar cuando el músculo es activado. La electromiografía se manifiesta a través de un aparato como un conjunto irregular de ondas.
Electrocardiografía.- Es la medida de la frecuencia cardiaca a través de un aparato llamado electrocardiógrafo, utilizando electrodos de superficie que permiten registrar las señales emitidas por el organismo y obtener por lo tanto la tasa cardiaca.
Pupilometría.- Es el estudio de los cambios en el tamaño de la pupila, y la técnica utilizada para el registro de los movimientos oculares se denomina pupilografía.
Técnicas de neuroimagen.- Es el registro de imágenes cerebrales a través de la computadora. Una de las
técnicas más utilizadas ha sido la tomografía por emisión de positrones (TEP), que consiste en la inyección intravenosa de una sustancia radioactiva de corta duración durante el tiempo que el sujeto este realizando una determinada tarea. El resultado es un mapa cerebral donde las distintas regiones del cerebro aparecen con diferentes colores en función al nivel de activación alcanzado durante la ejecución de la tarea.
Entre otros
estudios de imagen están la tomografía axial computarizada cerebral
y la resonancia magnética cerebral, exámenes que permiten
visualizar gran parte de las estructuras
del cerebro humano.
El déficit
atencional en niños en edad pre-escolar tiende a pasar desapercibido, ya que el
niño a esta edad es normalmente activo, y las exigencias atencionales de su
entorno familiar son mínimas. Es cuando el niño ingresa a la escuela primaria que presentará mayores dificultades producto del déficit de atención, al tener que enfrentarse a una serie de
requerimientos ya establecidos, que al no poder cumplirlos afectarán su rendimiento escolar.
Los niños con
conductas de falta de atención no sacan tanto provecho de su
enseñanza, a pesar que las puntuaciones en la capacidad intelectual en niños con déficit de atención son normales, tienen problemas de aprendizaje y rendimiento escolar (García, 1997).
Si bien es
cierto es muy frecuente que los profesores sean los primeros que planteen la
necesidad de recurrir a una consulta clínica, es pertinente que el profesor inicie la evaluación en el alumno de su rendimiento académico, a través de exámenes y pruebas que midan las capacidades de matemáticas, lectura y ortografía.
Para tal fin,
el profesor se vale de tareas de dictados y copiado de frases, oraciones y
párrafos, centrándose en la calidad de la escritura y el uso adecuado de mayúsculas y minúsculas, así
como en las omisiones, adhesiones y cambios de letras. Evalúa además la comprensión de lectura, la velocidad al leer, el uso adecuado de pausas y signos de
puntuación. Los ejercicios de composición de temas permiten evaluar la redacción espontánea, el
orden y la secuencialidad. A sí mismo el profesor hace uso de ejercicios de aritmética acordes al nivel académico del niño..
Se sabe que
para niños con déficit de atención el esfuerzo en el trabajo cognitivo es mayor y es común que reciban una mayor presión
en el dominio cognitivo que las que reciben sus compañeros, siendo frecuente
las dificultades en las relaciones con sus compañeros, pues son vistos como
retraídos, por lo que el profesor deberá evaluar también el comportamiento general del alumno mientras realiza actividades escolares individuales o grupales,
comportamiento que puede como no ir acompañado de actividad motora excesiva.
Algunos
instrumentos que existen en el área pedagógica, diseñados para ser aplicados y
valorados por el profesor son los siguientes:
- Test de atención elaborado por el Instituto de Pedagogía de la Universidad de Montreal.- Se elaboró este test con la finalidad de evaluar la atención voluntaria independiente de la capacidad intelectual, siendo la administración individual o colectiva, y el tiempo de aplicación de 20 minutos (Vela, 1980). Esta prueba tiene baremos
internacionales, por lo que se hace necesario estandarizarla para nuestro medio, El test de atención consta de los siguientes componentes:
- Prueba de cuadrados de Pierón.- Consta de 28 líneas con 22 cuadrados cada una, una
pequeña barra que puede ocupar ocho posiciones diferentes agregadas a la parte externa de la figura. El trabajo del alumno consiste en contar, en cada línea el número de cuadrados iguales a los del modelo y escribirlo al final de la misma.
La ejecución de esta tarea de forma rápida y correcta supone real capacidad de atención, además de esto el examinado debe contar las señales y retener el número. El tiempo de duración es de 7 minutos.
- Prueba de laberintos.- Consta de 8 rectángulos cada uno con 11 recuadros
en los cuales se entrecruzan 11 líneas sinuosas, el trabajo del alumno consiste en realizar un seguimiento visual de cada línea y escribirle el respectivo numero inicial en la extremidad derecha, el tiempo de duración de esta subprueba es de
5 minutos.
- Test de letras.- Consta de 28 líneas de letras mayúsculas, ocupando
cada una un espacio idéntico. Debe el individuo contar, en cada línea el número de veces que aparece la letra E precedida o seguida de otra vocal, los
obstáculos a vencer son el olvido y la fatiga, el tiempo de duración es de 7 minutos.
- Test de Cuadrado de letras.- Es una prueba de percepción y atención para niveles culturales algo elevados, fue creada por Thurstone, y
adaptada en España por el Dr. Mariano Yela. La prueba consta de 90 cuadrados de
letras, en cada cuadrado hay 16 letras distribuidas en cuatro filas y cuatro columnas, solo en una fila o en una columna hay una letra repetida, la tarea del alumno será trazar con una línea la fila o columna en que se encuentre
la letra repetida. La administración puede ser individual o colectiva, abarca edades entre los 11 y 17 años e incluso adultos, el tiempo de duración es de 10 minutos (Vela, 1980). Esta prueba tiene baremos
españoles por lo que es necesario estandarizarla para nuestro medio.
- Batería Psicopedagógica EOS-6.- Con el objeto de realizar un examen psicopedagógico completo del alumno del sexto de primaria (11 años), se diseñó la batería psicopedagógica EOS-6 por un notable grupo de
psicólogos y pedagogos en la década del 70.
Esta batería
está compuesta por 10 subpruebas entre las que destaca la subprueba A-6 EOS de
atención, elaborada por el psicólogo Enrique Díaz y Langa el año de 1973 con un
ámbito de aplicación para niños del sexto de primaria, siendo la
administración individual o colectiva y el tiempo de duración de 12 minutos. Esta prueba presupone una relativa resistencia a la fatiga y un grado de concentración agudo por lo que se requiere una fuerte motivación en los alumnos. Consta de 10 partes cada una de ellas tiene un modelo a la izquierda y a continuación 10 figuras parecidos y otras idénticas al modelo, la
tarea del sujeto es encontrar figuras idénticas al modelo original y encerrar en un circulo los números de las respuestas correctas (Gabinete de orientación
psicológica, 1993).
Kenny Arbieto Torres.
Psicólogo
Los
problemas de aprendizaje afectan la manera en la que una persona entiende,
recuerda y responde a cualquier información nueva. Las personas con problemas
de aprendizaje pueden tener problemas para:
- Escuchar o prestar atención
- Hablar
- Leer o escribir
- Resolver problemas matemáticos
Aunque los problemas de aprendizaje ocurren en niños
muy pequeños, suelen pasar desapercibidos hasta que el niño llega a la edad
escolar. Aproximadamente un tercio de los niños con estos problemas también
tienen trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que dificulta la concentración.
La evaluación
y las pruebas realizadas por un profesional capacitado pueden ayudar a
identificar un problema de aprendizaje. El siguiente paso es la educación
especial, el cual incluye ayuda para el niño en las áreas en las que necesita
más ayuda. Algunas veces los tutores o terapeutas del lenguaje o del habla
también trabajan con los niños. Los problemas de aprendizaje no desaparecen,
pero las estrategias para lidiar con ellos pueden mejorar el problema.
NIH:
Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
Indicadores de las discapacidades del aprendizaje
¿Cuáles son los indicadores de las discapacidades
del aprendizaje?
Muchos niños
tienen en algún momento dificultad con la lectura, la escritura u otra tarea
relacionada con el aprendizaje, pero esto no significa que tengan una
discapacidad del aprendizaje. Un niño con una discapacidad del aprendizaje con
frecuencia tiene varios signos relacionados y estos se mantienen en el tiempo.
Los signos de las discapacidades del aprendizaje varían de una persona a otra.
Los signos comunes de que una persona podría tener una discapacidad del
aprendizaje incluyen:
- Dificultad para leer y/o escribir
- Problemas con las habilidades matemáticas
- Dificultad para recordar
- Problemas para prestar atención
- Problemas para seguir indicaciones
- Mala coordinación
- Dificultad con conceptos relacionados con el tiempo
- Problemas para mantenerse organizados1
- Conducta impetuosa
- Respuestas inadecuadas en la escuela o en situaciones sociales
- Dificultad para mantenerse en una tarea (se distrae con facilidad)
- Dificultad para encontrar la forma correcta de decir algo
- Rendimiento escolar inconsecuente
- Forma de hablar inmadura
- Dificultad para escuchar bien
- Problemas para enfrentar las cosas nuevas de la vida
- Problemas para entender palabras o conceptos
Estos signos
por sí solos no son suficientes para determinar que la persona tiene una
discapacidad del aprendizaje. Para diagnosticar una
discapacidad del aprendizaje se necesita una evaluación profesional.
Cada
discapacidad del aprendizaje tiene sus propios signos. Además, no todas las personas
con una discapacidad particular tendrán todos los signos de esa discapacidad.
Los niños a
quienes se enseña en una segunda lengua que están aprendiendo, a veces actúan
de modos similares a las conductas de alguien con una discapacidad del
aprendizaje. Por este motivo, la evaluación de las discapacidades del
aprendizaje debe tener en cuenta si un estudiante es bilingüe o está
aprendiendo una segunda lengua.
A
continuación figuran algunas discapacidades del aprendizaje comunes y los
signos asociados con ellas:
Las personas
con dislexia suelen tener problema para establecer conexiones entre las letras
y los sonidos y para deletrear y reconocer palabras.3
Las personas
con dislexia con frecuencia muestran otros signos de la enfermedad. Estos
podrían incluir4,5:
- Dificultad para entender cabalmente lo que dicen los demás
- Dificultad para organizar el lenguaje hablado y escrito
- Habilidad para hablar retardada
- Dificultad para expresarse (por ejemplo, decir "cosa" o "coso" en vez de palabras que no recuerda)
- Dificultad para aprender nuevo vocabulario, ya sea a través de la lectura o la escucha
- Problemas para aprender lenguas extranjeras
- Lentitud para aprender canciones y ritmos
- Leer con lentitud y darse por vencido en las tareas de lectura más largas
- Dificultad para entender preguntas y seguir indicaciones
- Dificultad para deletrear
- Dificultad para recordar números en secuencia (por ejemplo, números de teléfono y direcciones)
- Problemas para distinguir la izquierda de la derecha.
La disgrafía
se caracteriza por problemas con la escritura. Este trastorno podría hacer que
un niño esté tenso y se sienta raro al sostener un lápiz o una lapicera,
incluso al punto de contorsionar su cuerpo. Un niño con una letra manuscrita
muy mala que no mejora podría tener disgrafía.6
Otros signos de esta enfermedad
podrían incluir6:
- Un gran desagrado por escribir y/o dibujar
- Problemas con la gramática
- Dificultad para poner sus ideas por escrito
- Pérdida rápida de energía e interés al escribir
- Problema para poner por escrito sus pensamientos en una secuencia lógica
- Decir palabras en voz alta mientras escribe
- Dejar palabras a medias u omitirlas al escribir oraciones
Los signos
de esta discapacidad incluyen problemas para entender conceptos aritméticos
básicos como fracciones, líneas numéricas y números positivos y negativos.
Otros síntomas podrían incluir7:
- Dificultad con los razonamientos relacionados con las matemáticas
- Problemas con el cambio en las transacciones en efectivo
- Desorden al poner en papel problemas matemáticos
- Problemas para reconocer secuencias de información lógicas (por ejemplo, los pasos en los problemas de matemáticas)
- Problemas para entender la secuencia de eventos en el tiempo
- Dificultad para describir verbalmente procesos matemáticos
Una persona
con dispraxia tiene problemas con las habilidades motoras, como la coordinación
ojo-mano, lo que puede interferir con el aprendizaje.
Otros síntomas de esta enfermedad incluyen7:
Otros síntomas de esta enfermedad incluyen7:
- Problemas para organizarse y organizar sus cosas
- Romper cosas
- Dificultad con las tareas que requieren la coordinación ojo-mano, como colorear dentro de las líneas, armar puzles y cortar con precisión
- Problemas de equilibrio
- Sensibilidad a los sonidos fuertes y/o repetitivos, como el tictac del reloj
- Sensibilidad al tacto, incluida irritación debido a ropa que le causa sensaciones molestas
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