Señales de alerta ante hechos de violencia sexual
En las situaciones de violencia sexual (acoso,
abuso, coacción), el diagnóstico
implica un proceso con el niño, niña, adolescente y su entorno inmediato, que requiere
tempo y preparación de los profesionales a cargo
(docentes, directivos y otros designados para la implementación de la presente Guía). En
estos casos la escuela desempeña un papel
fundamental en la detección del
problema, en la apreciación inicial.
La actitud de alerta, junto con cierta información
relacionada con el aprendizaje y el relacionamiento del niño, permiten aportar insumos a otros técnicos que podrán realizar
un diagnóstico adecuado.
La determinación de la
violencia sexual es compleja. Algunos aspectos que se consideran para el diagnóstico son:
• La edad
del niño, niña,
adolescente o joven y su desarrollo evolutvo.
• El entorno
inmediato del niño, niña,
adolescente o joven y la etapa vital que está
atravesando.
•
Las posibles reacciones del niño, niña,
adolescente o joven para defenderse o adaptarse ante situaciones de crisis.
•
El relato del niño, niña, adolescente o joven es uno de los insumos
fundamentales en la etapa de revelación de la
situación y, en general, quienes se enfrentan a ello son los
docentes. A menudo esa revelación llega
con retraso, es contradictoria y poco convincente, debido a los sentmientos y
emociones que está experimentando.
A contnuación, señalaremos algunos indicadores que pueden facilitar la
identfcación de algunas señales,
conductas y síntomas externos de una posible víctma de violencia sexual, sin embargo, es importante
saber que la ausencia de signos o evidencias fsicas no es sinónimo de ausencia de abuso. Así también, es
importante considerar que muchas de estas manifestaciones no son exclusivas de
violencia sexual. Para califcar estos casos deben evidenciarse varias de estas
manifestaciones.
Indicadores físicos:
Si bien, hay indicadores fsicos altamente específcos de violencia sexual, la revisión fsica
debe estar a cargo de personal médico
capacitado y autorizado para ello. Aquí se
detallan aquellos indicadores que puedan ser observados por docentes o
directvos de la insttución
educatva.
Dificultad para sentarse o
caminar por molestias en los genitales.
• Ropa
interior manchada o sangrienta.
• Dolor o
picazón en la zona genital.
Enuresis (emisión no voluntaria de orina) y encopresis (deposición no voluntaria). Embarazo.
Indicadores conductuales:
En relación con la
atención de los
indicadores conductuales es importante que el o la docente que mayor tempo esté con la posible víctma pueda observar estas señales en la conducta y
posteriormente consultar con el área psicológica de la
insttución, a fn de
determinar con mayor precisión las posibilidades de existencia del hecho.
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Sometimiento ante otros/as.
• Permanencia excesiva en la escuela o inst
tución de conf anza.
Desconf anza respecto a las f
guras signif cat vas (padre, madre, otros familiares, docentes, etc.).
Dificultad para concentrarse.
Sent mientos que ref ejan que
su vida no t ene sent do.
• Tristeza
extrema. Trastornos del sueño.
• Conducta o
conocimiento sexual inusual para su edad. Conductas insinuantes con adultos
desconocidos.
• Cambios
bruscos en el rendimiento educativo. Comportamientos extremos.
• Retraimiento,
aislamiento, miedo, ansiedad. Se lastima a sí mismo/a.
• Evita part
cipar en act vidades recreat vas por desconf anza. Resistencia o rechazo a
estar a solas con determinada persona.
Juego sexual persistente e
inapropiado para su edad, sea con sus pares o con juguetes. Miedo de que lo/la
toquen.
• Promiscuidad
sexual, comportamiento seductor.
Consumo de drogas.
Consumo
de sustancias psicoact vas sin prescripción médica.
Proponer o forzar a otros/otras a realizar actos sexuales
Consumo de drogas.