En la EEB, el componente fundamental integra las áreas de Educación Democrática, la Educación Ambiental y la Educación
Familiar.
El tratamiento de la Educación Democrática en la EEB es fundamental para desarrollar gradualmente, en un espacio
propicio, a partir
de la escuela, la práctica
de los valores para la convivencia
democrática. Para facilitar su tratamiento en aula, el docente debe transformar
y proyectar sus prácticas cotidianas
en una participación activa y constructiva, en interacción constante
con todos los miembros de la comunidad
educativa.
A nivel de aula es importante que el o la docente favorezca situaciones como la expresión
de opiniones de los alumnos y alumnas, el respeto por las ideas del otro
aunque no se compartan, el cuidado de las cosas propias y ajenas, la exposición a los alumnos
a situaciones problemáticas en que puedan
decidir, ya sea sobre cómo realizar una actividad o cómo elegir
a un representante del grado, etc.
Contemplar
la educación democrática, entonces, no sólo consiste en incorporar en la planificación didáctica diaria enunciados
como «respetar al compañero» o «demostramos nuestro
espíritu de integración», cuando el mismo docente, en sus clases, no propicia la práctica
sistemática y real de estos valores. Lo fundamental de los principios democráticos es que
puedan vivenciarse cotidianamente porque, sólo así, irán incorporándose a la
vida de los alumnos, proyectándolos como ciudadanos libres,
éticos y responsables dentro de la sociedad.
En el
área de Educación Ambiental, la escuela desarrolla capacidades,
habilidades y actitudes tendientes a la preservación y conservación del ambiente a través
de la sensibilización y concienciación de los niños
y niñas acerca de la realidad actual
del ambiente, de la vivencia
constante de su cuidado y uso racional en el ámbito escolar y comunitario. Se pretende que el alumnado tome conciencia del impacto de sus acciones
sobre su hábitat
y que su utilización adecuada asegura la preservación de los
recursos naturales, así como una vida confortable en el presente y en
las generaciones posteriores.
El
docente puede utilizar estrategias diversas en la clase para tratar este
transversal, desde la simple acción
del cuidado y limpieza del aula, orientando a los niños para mantener
limpios sus pupitres, tirar los desechos en el basurero, etc., hasta llevarlos a la práctica de estos valores en toda la escuela y, por
ende, en la comunidad. Los niños deben valorar la escuela como su segundo hogar; por lo tanto, deben cuidarla como
si fuera su propia casa. Aquí se les
puede hacer notar que, así como les gusta estar en su casa cuando ésta se encuentra
limpia y ordenada, también en la escuela deben buscar la comodidad y el bienestar.
Es
fundamental que los niños y niñas comprendan que un ambiente limpio y prolijo contribuye decididamente para la salud de
las personas que interactúan en el mismo. Asimismo, también
pueden promoverse actividades como, por ejemplo,
la arborización de la escuela
y sus alrededores, la elaboración de trabajos en las diversas
áreas tomando como eje el medio ambiente y otras según las necesidades.
Con el área de Educación Familiar
se confiere
a la familia su sitial de preponderancia como el principal
miembro y núcleo de la sociedad.
En su
práctica áulica, el docente puede utilizar estrategias variadas para incorporar este componente transversal como por
ejemplo, partir de las referencias acerca de la familia que aparecen en los textos escolares y la finalidad que tiene
su inclusión en los mismos, el valor
de la familia para cada uno de los niños y niñas, por qué es imprescindible
pertenecer a una familia, qué tipos
de familia existen. Asimismo, el docente puede mencionar a los padres
y madres o tutores en las clases
como ejemplos de amor, responsabilidad, paciencia, respeto,
etc., a fin de que cada alumno/a comprenda que la escuela no es una institución aislada de su hogar sino una prolongación
del mismo, que la escuela valora a su familia y que juntos conforman una gran familia, una
comunidad.
También es importante seguir involucrando a los miembros de la familia en las actividades escolares, organizando actividades en conjunto con los padres como lectura o relato de cuentos por los padres a los alumnos del grado, participando en festejos como el día del niño, día del maestro, día de la amistad, organizando concursos o torneos deportivos; o simplemente, compartiendo con sus hijos/as una tarea realizada en la escuela o solicitando su ayuda para realizar una actividad de investigación, de elaboración, etc. En otras palabras, buscar que los padres y madres se sientan partícipes de la educación de sus hijos/as, que se preocupen por los aprendizajes que van desarrollando, invitarlos a visitar la escuela periódicamente para informarles sobre los avances o dificultades de sus hijos/as y responder adecuadamente a las necesidades de información, cuando así lo requieran. Artículo 130 Ley 1264/98 General de Educación establece:
Artículo 130.- Los padres o tutores están obligados a:
a) que sus hijos o menores bajo su tutela reciban la educación escolar básica obligatoria;
b) colaborar con las autoridades y demás miembros de la comunidad educativa institucional para el mejor desarrollo de los planes, programas y actividades educativas, respetando la responsabilidad profesional del docente;
c) acompañar y apoyar la evolución del proceso educativo de sus hijos o menores en tutoría; y,
d) respetar y hacer respetar a sus hijos o menores en tutoría, las normas de convivencia de la institución educativa.Esta es una responsabilidad ineludible de todo docente y no debe tomarse como una interpelación de la familia a la labor que desempeña, sino como una posibilidad de comprometerlos cada vez más en el proceso de formación pedagógica y social de sus hijos/as.
Esta
es una responsabilidad ineludible de
todo docente y no debe tomarse como una interpelación de la familia a la labor que desempeña, sino
como una posibilidad de comprometerlos cada vez más en el proceso de formación pedagógica y social de sus hijos/as.
En consecuencia podemos afirmar que: "LA EDUCACIÓN ES UN COMPROMISO DE TODOS", además cabe resaltar que la misma Ley Suprema de la Repúbica establece a la familia como el fundamento de la sociedad y el principal responsable de la educación al constituirse como grupo social primario.
Remitirse a los artículos 54 y siguientes de la Constitución Nacional 1992.
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